El caso de explotación sexual de menores con raíces en Melo y Punta del Este pone al descubierto cómo funcionan estas mafias. Lea el fallo completo. El arresto de un conocido hotelero de Punta del Este J.M, de 75 años, puso al descubierto una trama de explotación sexual infantil que tenía raíces en Melo y se extendía por otros departamentos. Hoy declaran las madres de las menores en Melo, informa hoy Montevideo Portal. La menor de 15 años que estableció contacto con el hotelero -una de las siete indagadas por el caso- contó que fue así que logró alojamiento en la península. También había otros regalos como ropa, comestibles, celular y pasajes de ómnibus, todo a cambio de sexo. El ahora procesado también debía girar dinero al proxeneta de Melo, un hombre de 58 años que también fue procesado por el caso. Ninguno de los dos pudo justificar su vínculo a través de los envíos de dinero. Estas adolescentes se sentías cómodas en su papel. Según declaraciones al juez recogidas por El Observador, una de ellas manifestó que tenía más de un “cliente”: en su celular había “una cantidad de números de viejos y milicos que llamaban para acostarse”. Cada vez que iban a verla, le pagaban 300 pesos, relató. El proxeneta cobraba sus comisiones y luego pagaba a las menores. Mantenía relaciones sexuales con todas ellas. Les permitía tener “novio” porque “no le molestaba”, declaró el juez penal de Melo, Javier Gandini, quien entendió en la causa. El tercer procesado es un hombre de 40 años, primo del proxeneta. Él proporcionaba su casa para algunos de los encuentros que ocurrían en Melo. Allí las chicas podían comer y quedarse a dormir cuando querían. También les proporcionaba marihuana. |